Para que una lactancia sea exitosa, uno de los factores más importantes es lograr un buen agarre o acople al pecho.
Esto va a favorecer a que el bebé obtenga una buena transferencia de leche y aumente de peso y qué la madre no sienta dolor o sufra otro tipo de complicaciones.

Si bien los bebés nacidos a término tienen la capacidad innata de mamar, ya que adquieren desde el vientre los reflejos de búsqueda, succión y deglución, muchas veces el agarre al pecho suele ser el motivo más recurrente en las consultas.

A continuación te damos las indicaciones para lograr una prendida correcta y que puedas disfrutar de esta experiencia única.
– Presionar el pecho con la mano en forma de “C” al rededor de 3 cm del pezón.
– Frotar el pezón por la nariz, el mentón y las mejillas del bebé para estimular el reflejo de búsqueda.
– Una vez que el bebé abra bien la boca, llevarlo al pecho y no nuestro cuerpo hacia él.
– Los labios deben verse evertidos (boquita de pez)
– El mentón y la nariz deben estar pegados al pecho.
– El cuerpo y la cabecita del bebé deben estar alineados (oreja, hombro y cadera).
– No sé deberían escuchar chasquidos.
– Si se siente dolor podemos retirar al bebé del pecho poniéndole el dedo meñique en la comisura para romper el vacío y volver a prenderlo de forma adecuada.
– Y por último pero no menos importante, siempre, siempre llevar al bebé tranquilo al pecho, si lo notamos incómodo o irritable debemos calmarlo antes de amamantar.
– Que no se formen oyuelos en los cachetes.

“LA LACTANCIA NO DEBE DOLER”

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Natalia Díaz
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